31 mar 2012

CAPITULO 3: AMSTERDAM, MUCHO MÁS QUE PROSTITUCIÓN Y DROGAS


Amanece un nuevo día. Hemos descansado bien y nos disponemos a "asaltar" Amsterdam. Bajamos a la cafetería del hotel a desayunar. Compartimos un desayuno tipo buffet, que esta vez solo se puede calificar de correcto, con una pareja de alemanes y el enorme gato. Lo de los alemanes no me importa, porque me da para practicar un poco. Lo del gato si, ya que soy tremendamente alérgico a estos animales. Mas tarde descubriría que estos animales "trabajan" en todas las casas de Amsterdam, ya que la ciudad tiene un serio problema con las ratas.


Centraal Station

Tras el desayuno nos dirigimos de nuevo a la Centraal Station. Nuestra misión es ir a la oficina de información turística y reunirnos a las 11h con la gente de Sandemans, una agencia turística que funciona en 14 ciudades europeas y que ofrece visitas guiadas a la ciudad completamente gratis. Tras informarnos sobre los horarios para visitar al día siguiente Edam, Vollendam y Marken, tres poblaciones del norte de Holanda, nos reunimos con uno de los guías, Tom. Tom nos explica en inglés que nuestra visita saldrá desde la Plaza Damm y en cuanto reúne a un grupo multinacional de gente caminamos bajo la omnipresente amenaza de lluvia hacia la Plaza Damm. Es curioso, mientras los españoles y los australianos abrían el paraguas a la más mínima gota de lluvia, Tom, que era de Newcasttle parecía no inmutarse de la lluvia.
Plaza Damm

En la Plaza Damm comprobamos que somos muchos los españoles que vamos a hacer la visita. Nos dividimos en dos grupos y creo que, esta vez al menos, hemos tenido suerte. En nuestro grupo nos ha tocado de guía Jaco, un chico colombiano con más paciencia que el Santo Job. Jaco comienza a enseñarnos la ciudad y todos sus entresijos. Visitamos los principales rincones de esta encantadora ciudad, paraiso de la bicicleta. Si, ya se que es un tópico, pero es que esta ciudad está literalmente tomada por las bicicletas, claro que en una ciudad cuyo punto más alto está a 1'6 mts sobre el nivel del mar, no es dificil usar la bici como medio de transporte. 
Amsterdam


Jaco & Toni
El tour fue bastante mejor de lo esperado. Nuestra idea inicial era usar el Tour para ubicarnos y luego visitar la ciudad a nuestro aire. No hizo falta. Jaco nos mostró la ciudad y sus rincones en unas 4 horas. El tour comenzó, claro está, por la Plaza Damm, donde se fundó la ciudad y de ahí fuimos a la Iglesia Vieja, Red Light District (Barrio Rojo), Palacio Real, Barrio Judío, el distrito Jordaan, el puente más ancho de la ciudad, la casa más estrecha del mundo, el convento de Beginjhof, la Casa de Ana Frank, la compañía de las indias Orientales, etc. Una verdadera visita completa a la ciudad, con una explicación minuciosa de todas y cada una de las miles de curiosidades de cada rincón de Amsterdam. No solo eso, Jaco nos daba consejos sobre la ciudad. Como moverse, donde comer, la mejor cervecería, como hacer un crucero gratuito, las mejores vistas de la ciudad, el mejor cofeeshop, etc. También nos informó del empeño que tienen las autoridades de holandesas de hacer desaparecer ese tópico de prostitución y drogas que rodea Amsterdam y que es su principal reclamo turístico, por un nuevo tópico donde se muestra una ciudad bucólica de bonitos canales y paseos en bicicleta. En mi opinión, ni la iglesia católica, ni la protestante, ni Napoleón, ni Hitler ni nadie pudo acabar con este fenómeno, dudo que unas cuantas leyes puedan cambiar esto, si bien es cierto que la especulación inmobilaria que sufre el Barrio Rojo especialmente, es un muy buen aliado de las autoridades.
Beginjhof

Amsterdam

Compañía de las Indias Orientales

La casa mas estrecha del mundo, solo 1,6 mts.

Casa Anna Frank


Acabamos nuestro tour y nos despedimos de Jaco, no sin antes darle una merecidísima propina. También seguimos su consejo y reservamos un Tour por el barrio rojo, esta vez pagando, ya quees de noche cuando se puede disfrutar de barrio. Así que nos separamos de grupo y proseguimos con nuestro planning. Toni tiene mucho empeño en visitar el museo Van Gogh. Yo tengo mucho empeño en meterme entre el pecho y la espalda un litro de cerveza heineke bien fria. Como es bastante tarde, practicamente las 4 de la tarde (casi la hora de cenar en Holanda) nos metemos en el primer restaurante italiano que encontramos. Los italianos nunca fallan. Están por todas partes y uno sabe siempre lo que come. Triunfan en todas partes y siempre están llenos. Si supieramos internacionalizar la tortilla de patatas o la empanadilla igual de bien que ellos venden la pizza, otro gallo nos cantaría. Pedimos unas pizzas, calzonne para mi y quattro formaggio para Toni. Con dos jarras de medio litro de heineken para mi y un par de cervezas normales para ella. En total casi 40€.


Estómago lleno y listos para visitar el mueso Van Gogh. De nuevo pagamos la novatada de pagar un billete de tranvía a precio de oro. Como esta sea la última moda en precios de tranvía, en el de Jaén, si es que algún día funciona, se va a subir quien yo se. Visitamos el Van Gogh. El edificio muy bonito, hace justicia con la obra de este genial pintor. Uno no sabe de pintura, no me las voy a dar de snob, pero al igual que sucede con el vino, casi cualquiera saber distinguir un buen reserva de un tres pistolas.
El tranvia de noche


Salimos del Van Gogh y retornamos al centro. Ya ha caído la noche y como falta algo más de una hora para que salga el tour que hemos contratado, (quien me lo iba a decir a mi que acabaría contratando un Tour!!) así que nos dedicamos a tomar fotografías nocturnas de Amsterdam dando un tranquilo paseo por los canales. Por fin hemos tenido algo de tiempo para relajarnos. Nos vamos a la Plaza Damm que ya es el centro neurálgico de esta ciudad. Un consejo, esta ciudad es muy propensa a perderse. Está contruida en semi circunferencia en anillos, con lo que si uno toma la dirección equivocada de la calle (algo que tampoco es excesivamente difícil) acabará justo en la otra punta de Amsterdam.
Plaza Damm de noche


Cofee Shop Bulldog
Nos reunímos con Diego, nuestro nuevo guía. Lo primero que nos recalca es que es chileno y no argentino como delata su acento. En nuestro grupo hay unas chilenas también, con las que congenia enseguida. Nos adentramos en el barrio rojo, no sin antes recordarnos que está absolutamente prohibido tomar fotos de los escaparates. El último que lo intentó aún está tiritando de lo fria que está el agua de los canales... Diego nos cuenta las mil y una vicisitudes de este curioso barrio. Nos pasea por todas las calles y nos explica la diferencia entre las distintas luces que identifican los escaparates. La que significa que hay transexuales, la de los sadomasoquistas, lesbianas... todo un mundo de tendencias sexuales, posturas y demás curiosidades que yo ni imaginaba que existían. De la chicas solo puedo decir que casi todas son espectaculares. Verdaderas muñecas. Cuerpos de infarto, caras de porcelana... una verdadera tentación.


El tour acaba con unos chupitos en un bar. Entre la gente del grupo hemos creado bastante buen rollo y como aún no hay ganas de ir a dormir, preguntamos enseguida que vamos a hacer. La mayoría quiere ir a un cofeeshop a fumar. A mi ni me gusta fumar ni me gusta la hierba, así que yo propongo visitar una cervecería. Nos quedamos solos Toni y yo. En el último instante se anima Jesús, un chaval de Madrid que viaja solo y que también pasa de porros. También es cierto que los tres somos los únicos que pasamos la treintena. Caminamos hasta Bier Fabrik, una cervecería artesanal donde nos tomamos un par de cervezas... ¡¡¡con tapa!!!. Eso sí la tapa era un saco de cacahuetes... Charlamos sobre viajes y la vida y pronto es la hora de ir a dormir.
Bier Fabrik con Jesús


Nos despedimos de Jesús y miramos el mapa. Localizo el hotel y de busco un atajo. A los 10 minutos estamos... de nuevo en la famosa calle Herenstraat. Me he vuelto a confundir. Otra caminata más, esta vez gratis, y llegamos al hotel, cansados y cabreados por la vuelta perdida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario