El traqueteo del tren acaba con mi sueño a eso de las 4h de la mañana. Teniendo en cuenta que hemos salido de Trondheim a las 23:30, habré maldormido como 3 horas. Toni sigue hecha un ovillo en el asiento de al lado. Es increible, se duerme en una pelea. Por las ventanas se aprecian dos cosas, que el día está plomizo y que estamos muy al norte.
Se adivina que estamos muy al norte, porque a estas horas de la madrugada hay una claridad diurna increible, a pesar de la niebla y la lluvia. Eso me recuerda donde estamos: en el Círculo Polar Ártico. El paisaje ha dado un cambio radical. De los bosques y montañas del sur hemos pasado a un páramo sobrecogedor. El viento doblega a los pocos árboles capaces de resisitir la climatología de estas latitudes. Las vistas que puedes apreciar te deja entrever que vivir aqui ha de ser muy duro en según que épocas. El terreno es árido. Solo matorrales se atreven a crecer en un suelo de pizarra, que de tanto en tanto, se abre en dos para formar barrancos donde los caudalosos ríos se precipitan formando cascadas. Es una naturaleza muy salvaje. Las ventoleras de vez en cuando sacuden el agua de lluvia de forma violenta contra el tren. Ni rastro de población por ninguna parte. Si acaso pequeñas aldeas desperdigadas alrededor de la vía ferrea. El viaje es pesado por la incomodidad del tren, pero este trayecto en invierno, con todo nevado, tiene que ser toda una experiencia.
Como dormir parece imposible, me dedico a contemplar el paisaje por la ventana. Es monótono, si, pero no te cansas de el. Es tan distinto al sur de España que puedes pasar horas mirando por la ventana. Así que el trayecto de 11 horas de tren nocturno, a pesar de lo poco cómodo, no se me figura pesado. A eso de las 9 de la mañana, bajamos del tren en la única parada que hace en el camino a Bodo, Fauske. Lo clásico es continuar hasta Bodo y de ahí, coger un ferry que te cruza a Moskenes, la isla mas al oeste de las lofoten, pero nosotros, debido a las malas comunicaciones de estas islas, hemos preferido ir hasta Narvik para desde ahí alquilar un coche y recorrer durante 3 días las que dicen son las islas más bonitas del mundo. Así que bajamos en Fauske para ganar tiempo, ya que desde ahí, un supuestamente pequeño enlace más, nos deja en Narvik.
Moteros en uno de los Ferrys |
Finalmente, a las 13:30 llegamos a Narvik. Nuestro siguiente contacto de CS era un hombre mayor, que nos acogería en su casa, pero que nos advertía que ibamos a dormir en el suelo. La verdad es que con lo cansados que ibamos, no era una idea realmente atractiva, así que por el largo y pesado camino de autobús, estuvimos barajando alternativas. La primera pasaba por el camping, donde había cabañas de madera por 200NOK ( unos 30 €) que no tenían mala pinta. Nada mas bajar del bus, unos mochileros franceses nos quitan las ganas; el camping está 5 kms a las afueras de Narvik, la combinación de buses no es la mejor y además está entre la carretera y la vía del tren, con lo que tenemos los ruidos garantizados. Nos aconsejan el Spor 1, un albegue donde ellos habían pasado la noche y que nos aseguran que es limpio, acojedor y barato para ser Noruega. Definiré barato para Noruega: 275 NOK (unos 37€) por persona, compartiendo habitación en literas con 5 personas mas, sin desayuno.
Como está al lado de la estación, vamos a echarle un vistazo y, a pesar del precio, decidimos quedarnos. Así que dejamos los petates y nos damos una ducha que llevaba 2 días echando de menos. De ahí a la cocina a preparar el plato mochilero por excelencia; los spaghetti con tomate.
Narvik |
Dicho y hecho. Mando un sms y la respuesta es inmediata. Veinte minutos después, Jim, mundialmente conocido como Narviking, nos recoje junto a la estación del tren y nos dá un paseo en su coche por la ciudad, lamentandose de la lluvia. Tras el recorrido turístico, nos lleva a su casa... que está a 20 metros del albergue. Allí nos invita a un chocoalte caliente y nos dice que en su casa tiene a un chico alemán y que espera a una pareja catalana. Nos pregunta sobre el viaje y comenzamos a hablar... Poco rato después llega Florian, el couchsurfer alemán y se une al chocolate y a la conversación. Está recorriendo las montañas del norte de noruega el solo. Cuando más interesante estaba la conversación, aterrizan Emili y Maria, la pareja catalana.
Couchsurfing meeting! |
Y claro, la pregunta había que hacerla... Si tienes delante a uno de los hombres que más ha viajado de todo el mundo, ¿no vas a preguntarle cual es el país mas increible? La pregunta fue directa: Jim, si tuvieras que quedarte con un solo país, ¿con cual te quedarias? Aquí se aceptan apuestas. Uno imagina que le dirán "La India, un país increible..." o "Argentina, la naturaleza salvaje..." tal vez algo más humilde como "Bután, es país en el himalaya...". Pero nunca apostarías a que su respuesta fuera tan tajante ni extraña: Irán. ¿¿¿¿Cómo???? ¿¿¿¿Irán????. A esto se le une Emili, "Absolutamente de acuerdo". Así que comenzó de nuevo una larga tarde en la que yo me dedicaba a preguntar cosas de Irán y ellos respondian de forma apasionada sobre la hospitalidad y belleza de este país. Emili termina convenciendome "Mira, yo la segunda vez que fuí, que ya conocía las costumbres del país, me fuí con 600€ y volví con 600€". Así que gracias a estos dos, ya se puede hacer uno a la idea de sobre que país va a ir mi suguiente entrega del blog de viajes.
Cenando en el hostel |
Paisanos!! |
Los chicos llaman a la encargada que viene hasta el albergue y los acomoda y la noche termina compartiendo unas infusiones y unas risas en el comedor.
Un dia intenso, pero como estamos agotados, nos vamos a dormir.
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